El presente documento pretende compartir una mirada práctica desde la experiencia de trabajo con hombres que ejercen maltrato conyugal en el contexto del Centro Integral de Atención a la Familia de Traiguén (CIAF- Traiguén, 2001-2003), Proyecto dependiente del SERNAM para la derivación de casos judiciales de la ley 19.325 de VIF (modificada en el año 2005). La finalidad es la revisión, desde la descripción del trabajo transdiciplinario realizado el año 20011, para intentar entregar elementos que aporten a la comprensión de hombres que ejercen violencia al interior de sus familias en un contexto predominantemente rural compartido por hombres, mapuches y no mapuches, en la provincia de Malleco.
Dentro de los Ministerios Gubernamentales, el Servicio Nacional de la Mujer es el encargado de impulsar estrategias para combatir los efectos que fenómenos sociales como la Violencia Intrafamiliar genera en la calidad de vida de la población. Frente a la propuesta nacional de implementar Centros especializados en la temática a lo largo del país; la Dirección Regional decidió encomendarle a la clínica Psicológica de la Universidad de la Frontera2 (2001) la labor de gestionar la instauración material y administrativa del Centro y de constituirse en supervisor técnico de la gestión del equipo.
A fin de responder a la alta demanda de atención especializada en la Provincia de Malleco, SERNAM estimó pertinente la instalación física del Centro en la ciudad de Traiguén; para lo cual su Ilustre Municipalidad se comprometió a proporcionar la infraestructura y servicios básicos requeridos.
La intervención era organizada en líneas de atención. Existían equipos multidisciplinarios dedicados a niños, mujeres y hombres que sufren violencia en forma separada. Una psicólogo y un Asistente Social se dedicaron durante el año 2001 y parte del 2002 al trabajo con hombres en estrecha relación con la red de apoyo organizada para tal fin3.
El trabajo con hombres se desarrollo desde una mirada transdiciplinaria que “implica el contacto y la cooperación entre las diversas disciplinas, que tienen lugar cuando estas han terminado por adoptar un mismo método de investigación…el mismo paradigma… es un nivel mas complejo, que apunta a la definición de una teoría social global, a una visión del mundo” (Quinteros, 2001). En tanto el modelo del Centro fue ecológico sistémico que exigía observar un sujeto inserto en sistemas individuales, de pareja, familiar, institucional y cultural.
El modelo de Trabajo Social, desarrollado por el profesional, fue el clínico que muestra procedimientos técnicos en una trama de esfuerzos, problemas, sentimientos, percepciones, prejuicios, valores, presentados por un cliente- voluntario o involuntario-, que además plantea una problemática circular, que involucra varias de sus necesidades objetivas, tanto, como sus sentimientos y autoestima, situado en un contexto medio ambiental, que muchas veces determina el marco general de la intervención. (Mendez, 1998)
Cabe señalar que la presentación de esta mirada actual del trabajo desarrollado, apunta a una comprensión sociocultural de la violencia relacionando elementos históricos, sociales, ambientales con ideas de género que desde la socialización masculina marcaron la vida de muchos hombres atendidos. Para desarrollar el tema se explica la VIF desde la construcción social, como parte del abordaje del modelo canadiense de Toronto4. Esta explicación se relaciona con el aprendizaje social, con énfasis en la construcción social de género y la violencia. En este modelo predominan factores históricos, macros y ecológicos.
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